Mientras Shakira hace furor en Internet con su canción de venganza, Gerard Piqué presume de nueva novia.
Gerard Piqué, futbolista español de 35 años, ha hecho oficial su relación con su novia Clara Chia Marti, de 23 años. Publicó un selfie de la pareja en Instagram y no desactivó la función de comentarios. Se trata de un giro notable, ya que la ex pareja Gerard Piqué y Shakira han ido golpe por golpe desde su ruptura.
En junio anunciaron en un comunicado conjunto que se separaban, poniendo fin a una relación de 12 años. El comunicado, muy clásico y respetuoso (apelando a su privacidad por el bien de sus hijos), no revelaba nada de lo que ocurría entre bastidores, pero todo se ha torcido desde entonces.
Cambiaste un Ferrari por un Twingo
Ahora, más de seis meses después, continúan los giros en la historia de la ruptura: entre el caso de evasión fiscal de Shakira en España (ella niega las acusaciones), la gran revelación de la citada novia de 23 años, un supuesto vídeo de dicha nueva novia en la casa familiar durante una de las entrevistas de Piqué en Zoom antes de la ruptura y una noticia sobre comida. Al parecer, la cantante sospechó de una infidelidad por parte de su pareja cuando descubrió que alguien se había comido la mermelada de su frigorífico, una mermelada que a su entonces pareja no le gustaba.
Y, por supuesto, la historia continúa con un himno a la ruptura, publicado el 11 de enero: "Me dejaste con tu madre como vecina / La prensa en mi puerta, y una deuda con el fisco / Pensaste que me hacías daño, pero me hiciste más fuerte / Las mujeres ya no lloran, las mujeres cobran", dice su canción BZRP Music Sessions, Vol. 53. "Cambiaste un Ferrari por un Twingo / Cambiaste un Rolex por un Casio", continúa el tema. En respuesta, Piqué condujo un Twingo al trabajo la semana pasada.
Como Shakira insinúa en su canción, también hay un factor suegra en esta historia. Montserrat Bernabeu, la madre de su ex pareja, que vive no muy lejos de ella en Barcelona, se fijó en un espantapájaros con una bruja sobre un palo de escoba en la terraza de su vecino, con los ojos dirigidos hacia su piso.
Como dice el refrán, la historia la escriben los vencedores, y en este caso, quien sabe escribir un éxito.
